Un antiséptico para el quirófano
La historia de Listerine es uno de los casos más fascinantes de la mercadotecnia
Ya que no solo vendieron un producto, sino que popularizaron una necesidad en la población.
La historia de Listerine comienza en 1879, cuando el Dr. Joseph Lawrence, un cirujano de St. Louis (EE. UU.), desarrolló una fórmula antiséptica.
Su inspiración fue el trabajo del cirujano británico Sir Joseph Lister. Un pionero que revolucionó la medicina al demostrar que el uso de antisépticos con ácido carbólico en las cirugías reducía drásticamente las infecciones y la mortalidad de los pacientes.
En honor a este avance, el Dr. Lawrence llamó a su fórmula «Listerine».
Inicialmente, Listerine fue vendido como un antiséptico para uso quirúrgico. Y su uso era tan versátil que también se comercializaba como desinfectante para suelos, un remedio para la gonorrea e incluso como loción para el cabello.
Sin embargo, no tuvo un gran éxito de ventas.
La invención de una necesidad
El punto de inflexión llegó en la década de 1920.
El hijo del farmacéutico que había adquirido la fórmula, Gerard Lambert, se dio cuenta de que su producto no tenía un mercado masivo.
Fue entonces cuando Lambert se enfocó en un problema que, hasta ese momento, no era considerado un tema de preocupación: el mal aliento.
Lanzaron una campaña publicitaria que se centró en la «halitosis» (el término médico para el mal aliento). Un problema social que, según sus anuncios, podía arruinar relaciones personales y oportunidades laborales.
A través de anuncios muy persuasivos, Listerine no solo ofrecía una solución, sino que «inventó» la necesidad de tener un aliento fresco y limpio, convirtiendo el enjuague bucal en un producto de uso diario.
La estrategia funcionó a la perfección
En tan solo siete años, los ingresos de la empresa aumentaron de $115,000 a más de $8 millones.
Listerine hoy
Desde entonces, Listerine se ha consolidado como un líder en el mercado de enjuagues bucales, manteniendo su enfoque en el poder de sus ingredientes para matar los gérmenes que causan la placa bacteriana, la gingivitis y, por supuesto, el mal aliento.
Su historia es un claro ejemplo de cómo una combinación de innovación, una marca bien construida y una estrategia de marketing brillante puede transformar un producto médico en un artículo básico de uso cotidiano en los hogares de todo el mundo.
También te puede interesar…
Diferencia entre halitosis y mal aliento
Si quieres un sitio web como este, contacta a Sociappeal.